Nuestra historia está llena de momentos crueles, terribles y oscuros, con algunos episodios que parecen dignos de películas de terror, pero en realidad les sucedieron a personajes y escenarios importantes de nuestro pasado, pero lo cierto es que hay varios horrores que deberían ser excluidos de la historia de la humanidad.

El Congo Belga era una tierra de pesadilla para los amputados.

Durante el siglo XIX, el rey Leopoldo II de Bélgica fue soberano del Estado Libre del Congo, que más tarde se conocería como el Congo Belga. La región producía riqueza gracias a las exportaciones de caucho, pero cuando los esclavos locales no cumplían con las cuotas de producción, los funcionarios del rey Leopoldo recibieron órdenes de amputar las manos de los trabajadores. Por este motivo, en la región se recogían periódicamente “cestas llenas de manos amputadas”, también de niños.

Con el tiempo, los soldados dejaron de preocuparse por la producción de caucho y cortaron las manos de los esclavos por diversas razones, convirtiendo el pueblo en un verdadero terror para los trabajadores. Durante el dominio del rey belga, alrededor de 10 millones de personas murieron en la región, lo que equivale a alrededor del 10% de la población total del continente africano.

El hombre que intentó salvar a Abraham Lincoln intentó matar a su propia familia

El militar Henry Rathbone es famoso en la historia de Estados Unidos por haber intentado evitar el asesinato de Abraham Lincoln a manos de John Wilkes Booth. Rathbone no pudo evitar el crimen y resultó gravemente herido, pero logró sobrevivir al ataque. A pesar de ello, su mente nunca se recuperó de la experiencia. El oficial se culpó a sí mismo por no haber detenido al asesino y la locura se apoderó de su vida.

La mente de Rathbone quedó tan perturbada que el 23 de diciembre de 1883 intentó matar a sus tres hijos mientras servía como cónsul en Alemania. La esposa del hombre intentó detenerlo, por lo que la asesinó y luego se apuñaló a sí mismo. La policía encontró al hombre cubierto de sangre y completamente fuera de control, alegando que había gente escondida detrás de las paredes de su casa.

Los “zombis” tomaron las calles de Italia durante el Renacimiento

Aunque el Renacimiento italiano es visto como un período de artes y belleza, también presentó un escenario similar al de un apocalipsis zombie durante la primera gran epidemia de sífilis en 1494. Antes de los antibióticos, la ETS era un problema real, principalmente por las llagas y deformidades que presentaba en los rostros de los infectados.

Según las descripciones históricas, la enfermedad provocaba “la caída de trozos de carne de las caras de las personas y conducía a la muerte en pocos meses”. Más específicamente, las deformidades incluían “destrucción completa de los labios, la nariz y los genitales”.

Para empeorar las cosas, la enfermedad podía durar meses, lo que significa que los infectados tenían que vivir con la enfermedad durante mucho tiempo mientras sus cuerpos eran destruidos, a veces hasta los huesos.

Las cabezas literalmente explotaron durante la erupción del Monte Vesubio

La erupción del Vesubio es famosa por destruir completamente la ciudad romana de Pompeya, que permaneció enterrada bajo las cenizas durante siglos. A pesar de esto, casi podemos decir que la ciudad se salvó, en comparación con los daños sufridos en la región de Herculano. La ciudad estaba más cerca del volcán y vivió una auténtica escena de película de terror con rocas, lava, calor y gases tóxicos que literalmente hacían explotar cabezas.

El cráneo humano está lleno de una gran cantidad de líquidos que, cuando se calientan rápidamente, reaccionan de forma catastrófica. Esto es exactamente lo que les ocurrió a los habitantes de la ciudad, que fueron sorprendidos por nubes de gases a más de 500°C. En este escenario, en menos de un segundo, los cerebros hirvieron y los cráneos explotaron por todas partes, sin exagerar.

El holocausto animal de la Segunda Guerra Mundial

Durante el estallido de la Segunda Guerra Mundial en 1939, las fuerzas británicas formaron un comité para ocuparse de las mascotas y determinar qué hacer con ellas una vez que estallara la guerra. La principal preocupación del comité era la falta de alimentos debido a las porciones destinadas a los animales. Para evitar el problema, el grupo envió folletos de consejos a los dueños de mascotas que mencionaban un tipo específico de arma.

La sugerencia del panfleto era que era mejor que los animales fueran “destruidos”. En lugar de que la población se rebelara o protegiera a los animales, siguieron las pautas y alrededor de 750 mascotas fueron eliminadas en solo una semana.

El primer asesino en serie del mundo actuó libremente durante la Pax Romana

La Pax Romana es un largo período de paz durante el Imperio Romano. A pesar de ello, el primer asesino en serie de la historia actuó con calma durante este período de tiempo.

La macabra historia de Locusta comienza a mediados del siglo I, cuando fue arrestada por envenenar gente. La suerte estuvo de su lado cuando Agripina decidió envenenar al emperador Claudio y pidió ayuda a su esposa, quien acabó recibiendo el perdón de sus crímenes al colaborar con un nuevo envenenamiento. Un año después, fue capturada nuevamente por envenenar a más personas, pero cuando Nerón necesitó la ayuda de Locusta, fue perdonada una vez más y participó en el asesinato del sobrino de 13 años del emperador.

La desgracia de la mujer llegó cuando Nerón se suicidó y ella se encontró sin muchos aliados y sin reputación de hechicera. Locusta fue finalmente arrestado y ejecutado en el año 69 d.C.