Curiosidades
7 acertijos y paradojas que te dejarán boquiabierto
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En esta lista podrás consultar una serie de paradojas filosóficas que pueden remontarse a tiempos antiguos y que sin duda te harán enredar los pensamientos.
Imagínate que alguien te dice: “Estoy mintiendo”. Si la persona está diciendo algo correcto, entonces estaría mintiendo, lo que hace que la oración sea falsa. Por otro lado, si lo que dijo es incorrecto, entonces no estaría mintiendo, lo que hace que la oración sea verdadera.
En resumen, si la frase “estoy mintiendo” es verdadera, es falsa, y si es falsa, es verdadera. La paradoja se puede aplicar en cualquier situación que implique una afirmación que se niega automáticamente (otro ejemplo podría ser “Esta oración es falsa”). La paradoja fue presentada por primera vez por el griego Epiménides (alrededor del 600 a. C.) en la antigua Grecia.
Ahorcamiento inesperado
Un juez le dice a un hombre condenado en prisión que será ahorcado al mediodía de un día laborable durante la semana siguiente, pero el día exacto de la ejecución será una sorpresa para el prisionero. Al reflexionar sobre la sentencia, el preso sospecha que finalmente será indultado.
Concluye que la condena no puede producirse el viernes, porque si no llega el jueves sabrá el día exacto y ya no será una sorpresa. Sin embargo, eliminando el sexto, aplica el mismo razonamiento y concluye que no puede estar en el quinto, por la misma razón. Usando el pensamiento, termina eliminando todos los días de la semana.
La semana siguiente, el preso es llamado el miércoles y llevado a ejecución, sorprendentemente, aunque él pensaba lo contrario. Aunque la lógica del prisionero tiene sentido, termina sorprendiéndose, dejando la historia con una solución definitiva que nadie ha podido ofrecer todavía.
Banco de arena
Imagínese un montón de arena formado por un millón de granos. Ahora tomemos un grano del montón y reflexionemos: ¿se considera todavía un montón? Seguramente dirás que sí. Pero si vas quitando granos uno por uno, al final sólo quedará un grano, ¿verdad? Entonces, ¿a partir de qué momento la montaña dejaría de ser considerada una montaña? La solución quizá nunca se encuentre, porque términos vagos, como por ejemplo "mucho", no están definidos objetivamente a partir de cantidades predeterminadas.
Supongamos que el barco de Teseo está construido para navegar en los mares. Con el tiempo, algunas piezas del barco se romperán y será necesario reemplazarlas. Con el tiempo, todas las partes del barco habrán sido reemplazadas por alguna pieza idéntica pero nueva. Después de reemplazar todas las piezas, ¿sigue siendo el mismo barco o se ha convertido en un barco nuevo? Si se convirtió en un barco nuevo, ¿en qué momento ocurrió eso? O bien, si no se trata de una barca nueva, si encontramos todas las piezas originales sustituidas y reconstruimos a partir de ellas una nueva barca, ¿puede esta nueva embarcación considerarse la misma barca de Teseo?
5 – Omnipotencia
Si existe un Dios capaz de realizar cualquier hazaña en el mundo, ¿sería capaz de hacer una piedra tan pesada que ni siquiera él pudiera levantarla? Incluso si lo intentas, seguramente será imposible encontrar la respuesta a esta pregunta. Si Dios tiene un poder ilimitado, es fácil decir que sí, que podría crear cualquier piedra, incluso una que no pudiera levantar. Por otro lado, si realmente tiene todo el poder existente, ¿por qué no podría levantar la nueva piedra que creó? ¿Eso no lo haría menos poderoso ya que su habilidad es limitada?
6 – El barbero
Imaginemos que existe una ciudad con un único salón capaz de afeitar a todos sus habitantes. A partir de ahí, podemos dividir a los hombres de la ciudad en dos grupos: los que visitan a la barbería y los que se afeitan. Por lo tanto, el barbero sería responsable de afeitar a todos los hombres que no se afeitan, ¿correcto? Tal vez sí, si no fuera por una pequeña paradoja. Si el barbero se afeita él mismo, se une al grupo de los hombres que no se afeitan con el barbero, sin embargo, si no se afeita, se une al grupo de los que visitan su barbería y se dejan afeitar la barba por él.
7 – La flecha
En la paradoja de la flecha, presentada por el filósofo griego Zenón, es posible afirmar que ningún objeto se mueve. Zenón considera que cada instante puede ser visto como una fotografía, en la que todos los objetos están quietos. Imagina una flecha disparada a través del aire, en un instante congelado. Si permanece en el mismo lugar no se moverá, por lo que permanecerá quieto. Por otro lado, si está estático en un momento del tiempo, no tiene capacidad de cambiar su posición, moviéndose al siguiente momento o espacio. Si fuera posible tomar una fotografía de cada momento del recorrido de la flecha, siempre sería posible verla parada, por lo que nunca se habría movido.
Fuente: Datos desconocidos
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