En 1986, Chernóbil sufrió uno de los mayores desastres radiactivos de la historia de la humanidad. En resumen, lo que intentaron hacer en la planta fueron pruebas para evaluar cómo se comportaría el reactor nuclear a niveles bajos de energía. El problema es que para lograrlo se ignoraron muchos protocolos de seguridad y así experimentó su apocalipsis nuclear.

En el momento del incidente, alrededor de 45.000 personas fueron evacuadas de la zona, sin contar que toda la zona de la planta tuvo que ser aislada, y hoy se ha convertido en un pueblo fantasma, sin rastro de vida y con niveles de radiación aún altos y pasarán muchas décadas hasta que sea posible ingresar a esa zona sin ningún traje antirradiactividad.

Después de 30 años, Chernóbil sigue muerta, oscura e inhabitable, y las imágenes a continuación muestran exactamente lo que queda de la ciudad. Échale un vistazo: