No es ningún secreto que nuestro cuerpo está lleno de sorpresas. ¿Quién hubiera pensado que soplar el pulgar podría ayudar en momentos realmente difíciles? Pero es cierto. Mira lo que pasa si soplas tu pulgar durante 30 segundos.

Todo nuestro cuerpo está interconectado por cientos (o miles) de tejidos que trabajan juntos para mantener nuestro cerebro vivo y feliz.

En la antigua medicina china, los profesionales de la salud y las personas que trabajaban en este campo podían curar utilizando el conocimiento de los puntos de presión y los meridianos que recorren todo el cuerpo. Hay innumerables trucos olvidados, pero algunos han sido recordados y continúan utilizándose a lo largo del tiempo.

El Dr. Scott Schaffer, otorrinolaringólogo, ha comenzado a reconocer que existe una gran interconexión y que hay varios “trucos” en el cuerpo que se pueden aplicar para calmar otras partes del mismo. Por ejemplo, si quieres aliviar un dolor de garganta, debes rascarte la oreja.

“Estimular los oídos desencadena un reflejo en la garganta que causa un espasmo muscular, y esto a su vez alivia la sensación, que puede ser dolorosa”. escribió el Dr. Schaffer.

Otro ejemplo es salpicarse un poco de agua en la cara para aliviar el estrés. Este “truco” se llama “reflejo de buceo de los mamíferos”. El chapoteo del agua hace que contengas la respiración y pone fin al ciclo de respiración superficial que acompaña al estrés e incluso a los ataques de pánico.

Además, si sientes mariposas en el estómago antes de una actuación o evento importante, prueba a soplar tu pulgar durante 30 segundos. El acto de soplar regula el nervio vago, lo que ayuda a disminuir el ritmo cardíaco. Esto le indica a tu cerebro que todo está bien y que puedes calmarte. Siempre funciona.

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